A menudo los niños con discapacidad de aprendizajeo por sus siglas DA (en inglés, Learning Disabilities o LD) tienen problemas que van más allá de los relacionados con la lectura, la escritura, las matemáticas, la memoria y la organización. Para muchos, los profundos sentimientos de frustración, enojo, tristeza o vergüenza pueden provocar trastornos psicológicos tales como ansiedad, depresión o baja autoestima, además de problemas de comportamiento como el abuso de drogas o la delincuencia juvenil. “Lamentablemente”, dice el Dr. Marshall Raskind, un experto en el campo de la discapacidad de aprendizaje, “estos problemas pueden ser más devastadores que los retos académicos. Si bien la gravedad y la duración de las dificultades psicológicas de una niña pueden variar a medida que crece, esos problemas pueden acompañarla hasta la adultez y continuar durante esa etapa de la vida”.

Muchos líderes de opinión en el campo de la DA han investigado las dificultades psicológicas que a menudo experimentan los niños con DA, y han ofrecido a los padres sugerencias para ayudarlos a evitar que sus hijos desarrollen estos problemas. En este artículo describiremos en términos generales cuáles son las clases de problemas psicológicos que pueden afectar a los niños con DA y sus posibles causas. También les indicaremos algunas de las señales de alerta que deben buscar los padres, y les brindaremos algunas técnicas que podrán ser útiles para el bienestar psicológico de su hija. 

En artículos venideros de esta serie, que se desarrollarán durante los próximos meses, exploraremos temas psicológicos específicos que enfrentan muchos niños con DA, tales como la ansiedad, la depresión y la soledad.

Algunas explicaciones para las dificultades psicológicas de los niños con DA

Para apoyar a su hija de manera eficaz, quizás le resulte útil entender algunos de los presuntos motivos subyacentes que originan los retos emocionales y psicológicos a los que ella pueda enfrentarse. Si bien existen muchas teorías sobre los posibles motivos por los que los niños con DA presentan estos problemas, hay dos explicaciones que se citan con frecuencia. La primera es que no resulta difícil entender por qué los niños con DA corren un alto riesgo de desarrollar dificultades psicológicas, si se tienen en cuenta los fracasos reiterados que experimentan en su lucha al avanzar por el sistema educativo, que puede malinterpretar o ignorar sus necesidades.

A pesar de los esfuerzos de la niña y del estímulo de los adultos para “intentar con más fuerza o tratar de mejorar”, es posible que los niños con DA reciban muy pocas respuestas positivas.  A menudo, sus problemas y fracasos académicos están vinculados con la desaprobación de sus maestros, de sus compañeros y de sus padres. Esa desaprobación puede tomar la forma de rótulos negativos como “lenta”, “perezosa” o “tonta”. En lugar de fomentar una sensación de orgullo por sus logros, los niños con DA pueden terminar en un lodazal de frustración y vergüenza.

Tales sentimientos sólo sirven para erosionar el desarrollo de un concepto positivo de su propia persona.  De hecho, como resultado de los constantes problemas y fracasos, es posible que desarrolle una imagen negativa de sí misma, incluso cuando existan otras personas que le brinden estímulo y apoyo. La baja autoestima y la falta de confianza sólo sirven para fomentar la interferencia con el éxito académico y con el aprendizaje, y refuerza un ciclo de fracaso y negatividad. Una investigación llevada a cabo por el Dr. Kenneth Kavale de la Universidad de Iowa y el Dr. Steven R. Forness de la Universidad de California en Los Ángeles indica que el 70% de los niños con DA sufren de baja autoestima. “Con el tiempo, los niños con DA pueden dejar de intentarlo”, dice el Dr. Raskind, “entrando en un estado de ‘impotencia de aprendizaje’ en donde ven poca vinculación entre sus esfuerzos y los resultados. Pueden preguntarse ‘¿Para qué preocuparme?’, ‘No importa cuánto me esfuerce, siempre termino fracasando'”.

La segunda razón que con frecuencia se da para explicar por qué los niños con DA desarrollan problemas psicológicos, son las dificultades sociales que normalmente experimentan. Una investigación de los Drs. Kavale y Forness indica que hasta el 75% de los niños con DA tienen dificultades sociales, tales como hacer amigos y mantenerlos.  “De hecho, los problemas sociales y psicológicos están tan interconectados” comenta el Dr. Raskind , “que a veces es casi imposible determinar cuál fue el causante del otro.  Sin lugar a dudas, los problemas psicológicos pueden tener un efecto negativo en la interacción social.  La investigación demostró que la aceptación de los niños con discapacidad de aprendizaje es menor, y que con frecuencia sus pares los rechazan. Los maestros y otros adultos tienden a poseer una visión negativa de los niños con discapacidad de aprendizaje”. Ese rechazo social puede resultar en una pérdida de la autoestima y una visión negativa de ellos mismos. Además, el rechazo social puede provocar sentimientos de soledad, los cuales, a su vez, pueden conducir a problemas psicológicos tales como la ansiedad y la depresión.

Dificultades psicológicas y otros problemas relacionados que presentan los niños con DA

De acuerdo con los resultados obtenidos en diversos estudios de investigación, los niños con discapacidades de aprendizaje presentan muchas dificultades psicológicas, emocionales y de comportamiento. En la lista de problemas experimentados por niños con DA incluida a continuación, se expresan con sumo cuidado las descripciones derivadas de las investigaciones para indicar la solidez de las evidencias obtenidas para cada problema.  Por ejemplo, es posible que la investigación sólo “sugiera” algunas de las conclusiones debido a la falta de pruebas concluyentes.  En cambio, con relación a otros problemas, se utiliza la palabra “demuestra” debido a que existe un grupo de estudios y a que todos llegan a la misma conclusión. 

  • La investigación demostró que los individuos con discapacidades de aprendizaje pueden experimentar mayores niveles de ansiedad.

  • La investigación sugiere que los individuos con discapacidades de aprendizaje pueden correr un mayor riesgo de sufrir depresión.

  • La investigación demuestra que los individuos con discapacidades de aprendizaje experimentan mayores niveles de soledad.

  • La investigación demuestra que los individuos con discapacidades de aprendizaje pueden tener un concepto inferior de sí mismos (autoestima).

  • La investigación demuestra que en los individuos con discapacidades de aprendizaje el riesgo de abusar de sustancias es mayor.

  • La investigación sugiere que los individuos con discapacidades de aprendizaje pueden correr un mayor riesgo de caer en la delincuencia juvenil (este punto es discutido).

Los padres de un niño con DA, pueden encontrar esta lista un poco abrumadora, pero no se asuste. Usted probablemente ya está dando muchos pasos en la vida diaria de su hijo (como se describe más adelante en este mismo artículo) para admitir, ayudar a prevenir o enfrentar temas psicológicos y de comportamiento asociados con la DA.

Cómo entender lo que significan los resultados de las investigaciones

Los padres necesitan mantenerse alerta, especialmente cuando leen o escuchan noticias sobre reportes de los resultados de una investigación. A menudo, en un intento por hacer los artículos más interesantes y atrayentes, quizás cierta información se enfatice excesivamente o se presente de una manera sensacionalista, mientras que otra, más importante, pueda llegar a omitirse.

Por otro lado, a pesar de que las investigaciones sobre el aspecto psicológico y de comportamiento de la DA son abundantes, no todos los estudios coinciden.  Por ejemplo, mientras que algunos estudios encuentran un vínculo entre la DA y la delincuencia juvenil, otros no. Las diferencias en los resultados de los estudios pueden ser consecuencia de muchas cosas. En algunos casos, es posible que los estudios no definan a la DA de la misma manera o utilicen diferentes métodos de investigación (por ejemplo, entrevistas en lugar de pruebas estadísticas). O bien los estudios pueden incluir individuos de diferentes grupos de edad, clases socioeconómicas o antecedentes culturales. Hasta es posible que las formas en que se determinan los problemas psicológicos sean diferentes (por ejemplo, observación clínica en lugar de una prueba psicológica estandarizada), los cuales, a su vez, pueden producir resultados diferentes. Por lo tanto es importante considerar no sólo los descubrimientos de un estudio, sino más bien mirar a los “descubrimientos colectivos” de varios estudios que se concentran en un área específica.

Algunas señales de advertencia de las dificultades psicológicas

La baja autoestima es un problema común en los niños con DA. El Dr. Robert Brooks, psicólogo, profesor de la Universidad de Medicina de Harvard y experto en autoestima, clasifica los signos de la baja autoestima en “directos” o “indirectos”. Los indicadores directos incluyen palabras y acciones que sugieren que un niño no confía en sí mismo, está abrumado por los retos a los que se enfrenta o tiene pocas esperanzas de éxito futuro. Sin embargo, a veces, según la opinión del Dr. Brooks, los signos de la baja autoestima pueden estar enmascarados por varias estrategias de autodefensa, tales como:

  • Abandonar una tarea, cuando la misma se vuelve difícil o desalentadora;

  • Evitar una tarea o actividad por miedo a fracasar;

  • Hacerse el payaso, para esconder la falta de confianza o aliviar la presión;

  • Controlar la situación, para contrarrestar un sentido de impotencia;

  • Volverse agresivo o intimidatorio, para evitar sentimientos de vulnerabilidad;

  • Negar, para manejar el dolor que sentirían si admitieran la inseguridad;

  • Ser impulsivo, terminando las tareas lo antes posible “sólo para superarla”.

Es probable que el uso ocasional o breve de estas estrategias improductivas para enfrentarse a las situaciones difíciles no sea una causa de preocupación. Pero cuando se transforman en un hábito con el que el niño enfrenta las tareas diarias, interfiriendo con el aprendizaje, el crecimiento y el poder disfrutar de la vida, es tiempo de prestar atención a los sentimientos detrás del comportamiento.

Algunos niños con discapacidad de aprendizaje se vuelven ansiosos o depresivos, como resultado de los problemas que experimentan relacionados con su DA, ya sean académicos o no académicos. De acuerdo con el Manual de estadística y diagnóstico de los trastornos mentales, cuarta edición (DSM-IV), usado por los médicos para diagnosticar problemas psicológicos, un niño que es ansioso puede parecer preocupado la mayor parte del tiempo, puede ponerse nervioso en ciertos ambientes, tales como en una multitud, en la escuela o cuando se espera que actúe; o puede atemorizarse cuando está fuera de la casa, o lejos de los padres o de otros adultos con los que está apegado.    

 

Un niño que está deprimido, de acuerdo con el criterio del DSM-IV, parece triste o irritable la mayor parte del tiempo; pierde el interés y el placer en muchas actividades que solía disfrutar; come mucho o pierde el apetito; se siente culpable ante situaciones que no lo merecen; le cuesta pensar, concentrarse y tomar decisiones; se siente inútil o desesperanzado.  (Nota: Esta no es una lista completa de los síntomas; sólo un profesional capacitado puede diagnosticarle a su hijo ansiedad o depresión).

Si está preocupado por que su hija pueda estar experimentando dificultades psicológicas, hable inmediatamente sobre ello con el pediatra, su médico de cabecera o un profesional de la salud mental. Como un experto en la personalidad y el comportamiento habitual de su hija, usted juega un rol fundamental para identificar con anticipación cualquier señal de posibles problemas. 

Actuando ante el primer indicio de que su hija tiene problemas, puede comenzar a ayudarla a recuperar la autoestima, la motivación y el placer que obtiene de los amigos, la familia y las actividades de todos los días.

En los próximos meses encontrará artículos de esta serie, que se enfocarán en las dificultades psicológicas que afectan a los niños con problemas de aprendizaje, como la ansiedad, la depresión y la soledad; y en los resultados de estudios sobre las estrategias efectivas para abordar dichas dificultades.

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